Que hermosa hueva
sábado, noviembre 11, 2006 by MeDoRiO X
Hoy me toco ir al banco así que no tuve mas remedio que levantarme de madrugada para no esperar mucho y salir rápido de ahí, para regresar a dormir y completar mis doce horas reglamentarias, de nada sirvió hacer ese monumental esfuerzo daba lo mismo que me levantara a las once que a las doce ya que de todas formas me chute estar formado mas de dos horas y todo por las cajeras huevonas que dizque trabajan ahí, y digo dizque por que el numero de cajeras superaba por mucho al de las cajas y aun así solo atendían en dos ventanillas, no me explico por que las otras estaban de espectadoras, acaso las contratan para hacerse pendejas todo el tiempo, si es así quiero trabajar ahí, o estas pinches cajeras piensan que las cajas funcionan por telepatía con solo ver las cajas estas trabajan solas, por que no les dicen que las cajas son de las antiguas, fue tan grande la hueva de una de ellas que se atrevió a recargarse en el escritorio no se sabia si estaba dormida o llorando pero que mas da son unas de las tantas cosas que me vienen valiendo madre, por estar viendo a las pinches cajeras no había notado que salí con mi holograma al menos eso pensé en un principio, al poner mas atención note que solo era un wey mamer que bestia igual a mi, pero bueno todos pasan por una confusión así o no.
Ya habían pasado mas de una hora y la fila no avanzaba, si no fuera por tres pendejos que estaban afuera me hubiera pasado muy aburrido, y no me aburrí por que veía como estos weyes intentaba armar una banca de madera muy parecida a los de metal que se encuentran en un parque, uno de ellos sostenía las tablas que sirven como respaldo mientras el otro intentaba ponerlo atornillándolo sobre su base, lo que no entendía es como madres intentaba atornillarlo si no embonaba (ay wey existirá esa palabra) con la base, yo que me encontraba a cierta distancia me di cuenta que no coincidían las marcas de la tabla con la base, acaso este pendejo no se daba cuenta, pensaba que con dar vueltas y vueltas a la tabla este iba a coincidir por arte de magia o por milagro divino, el tercer wey solo hacia una cosa bien y creo que ya tiene practica en eso, además le salía perfecto, y no era otra cosa que hacerse pendejo por que solo miraba y no hacia nada por decirle al otro:
- así no va pendejo.
Después de reírme por media hora llego un cuarto wey, este otro pendejo llego con la actitud de yo voy armar esta madre, como diciendo Pepe el toro y Jesús me la pelan, que me dura esta banca, pero no, empezó hacer todo lo que ya había hecho el otro wey, fue tanta su insistencia por meter algo donde no es, que termino rompiendo la madera (que buena metáfora), al ver esto mejor decidieron dejar de armar la banca (armar, si como no) y quedarse ahí con lo único que si podían hacer bien y no es mas que, si adivinaron, hacerse pendejos, apunto estuve de ir ayudarlos.
Al terminar mi diversión empezaba a desesperarme, seguía la fila avanzando lentamente, habían llegado otras dos cajeras y solo sirvieron para interrumpir a las otras que si estaban trabajando, pinches cajeras huevonas y miren quien lo dice, así que imagínense como estaba la situación.
No puedo decir que solo era yo el de la desesperación, también lo estaban las otras personas que esperaban y veían con cierta impotencia en como estas cajeras le hacían perder su tiempo, era tanta la lentitud que una mendiga gorda empezó a gritarle a las cajeras que se apuraran que la fila no avanza, que la gente sigue llegando y esto se esta engentando (también existirá esta palabra), lo que no sabia la gorda o no se daba cuenta es que era la única que estaba en la fila y era por eso que se veía mucha gente, apunto estuve de preguntarle donde compra su cereal.
El tiempo seguía (que pendejo eso no se detiene), la fila avanzando lentamente, la gorda gritando, una de de tantas cosas que decía y todo fue por que llego un cliente con membresía premium el cual no se formo y lo atendieron de inmediato, la gorda se atrevió a decir que por tener dinero le daban preferencia y nosotros por ser pobres no nos pelaban, ahí si pensé, pinché gorda que tengas una vida miserable no quiere decir que los demás también lo tenemos, en fin preferí no decir nada para no meterme en problemas, entre los gritos de la gorda y lo que pasaba en la tele no había a cual irle, no entiendo por que si el banco tiene televisión satelital y de los cien canales que puede tener se les ocurre ponerlo en un canal de tv azteca, a quien se le ocurre ponerlo ahí si de entrada se sabe que todos los programas de ese canal están bien pinches, por eso no veo televisión abierta, la buena noticia era que solo faltaba el mamer para que yo pasara, así que solo me quedaba media hora mas en ese pinche banco que tiene un servicio de la chingada.
Este día no salieron las cosas como esperaba, todo salio mal desde que llegue, no sirvió levantarme de madrugada, escuche idioteces de una gorda, me reí un rato gracias a unos pendejos, y para rematar en el estacionamiento vi una camioneta que tardo en estacionarse unos diez minutos, por alguna razón supe quien manejaba, algunos nacen con un don, como Octavio Paz de escribir, como Polo Polo de contar chistes, a Fox de decir pendejadas, y mi se me dio el don de saber si es hombre o mujer el que maneja, y en efecto, la que nos tenia esperando y tapando el paso era la vieja de la camioneta, lo peor de todo es que todavía se molesta por que le dicen que se estaciono en el espacio de dos carros y peor aun esos dos espacios son para personas discapacitadas, al bajarse no vi ninguna discapacidad, pero después entendí que solo esta discapacitada mentalmente ya que una persona razonable no se estacionaria de esa forma, pinche vieja pendeja.
Medorio.
Ya habían pasado mas de una hora y la fila no avanzaba, si no fuera por tres pendejos que estaban afuera me hubiera pasado muy aburrido, y no me aburrí por que veía como estos weyes intentaba armar una banca de madera muy parecida a los de metal que se encuentran en un parque, uno de ellos sostenía las tablas que sirven como respaldo mientras el otro intentaba ponerlo atornillándolo sobre su base, lo que no entendía es como madres intentaba atornillarlo si no embonaba (ay wey existirá esa palabra) con la base, yo que me encontraba a cierta distancia me di cuenta que no coincidían las marcas de la tabla con la base, acaso este pendejo no se daba cuenta, pensaba que con dar vueltas y vueltas a la tabla este iba a coincidir por arte de magia o por milagro divino, el tercer wey solo hacia una cosa bien y creo que ya tiene practica en eso, además le salía perfecto, y no era otra cosa que hacerse pendejo por que solo miraba y no hacia nada por decirle al otro:
- así no va pendejo.
Después de reírme por media hora llego un cuarto wey, este otro pendejo llego con la actitud de yo voy armar esta madre, como diciendo Pepe el toro y Jesús me la pelan, que me dura esta banca, pero no, empezó hacer todo lo que ya había hecho el otro wey, fue tanta su insistencia por meter algo donde no es, que termino rompiendo la madera (que buena metáfora), al ver esto mejor decidieron dejar de armar la banca (armar, si como no) y quedarse ahí con lo único que si podían hacer bien y no es mas que, si adivinaron, hacerse pendejos, apunto estuve de ir ayudarlos.
Al terminar mi diversión empezaba a desesperarme, seguía la fila avanzando lentamente, habían llegado otras dos cajeras y solo sirvieron para interrumpir a las otras que si estaban trabajando, pinches cajeras huevonas y miren quien lo dice, así que imagínense como estaba la situación.
No puedo decir que solo era yo el de la desesperación, también lo estaban las otras personas que esperaban y veían con cierta impotencia en como estas cajeras le hacían perder su tiempo, era tanta la lentitud que una mendiga gorda empezó a gritarle a las cajeras que se apuraran que la fila no avanza, que la gente sigue llegando y esto se esta engentando (también existirá esta palabra), lo que no sabia la gorda o no se daba cuenta es que era la única que estaba en la fila y era por eso que se veía mucha gente, apunto estuve de preguntarle donde compra su cereal.
El tiempo seguía (que pendejo eso no se detiene), la fila avanzando lentamente, la gorda gritando, una de de tantas cosas que decía y todo fue por que llego un cliente con membresía premium el cual no se formo y lo atendieron de inmediato, la gorda se atrevió a decir que por tener dinero le daban preferencia y nosotros por ser pobres no nos pelaban, ahí si pensé, pinché gorda que tengas una vida miserable no quiere decir que los demás también lo tenemos, en fin preferí no decir nada para no meterme en problemas, entre los gritos de la gorda y lo que pasaba en la tele no había a cual irle, no entiendo por que si el banco tiene televisión satelital y de los cien canales que puede tener se les ocurre ponerlo en un canal de tv azteca, a quien se le ocurre ponerlo ahí si de entrada se sabe que todos los programas de ese canal están bien pinches, por eso no veo televisión abierta, la buena noticia era que solo faltaba el mamer para que yo pasara, así que solo me quedaba media hora mas en ese pinche banco que tiene un servicio de la chingada.
Este día no salieron las cosas como esperaba, todo salio mal desde que llegue, no sirvió levantarme de madrugada, escuche idioteces de una gorda, me reí un rato gracias a unos pendejos, y para rematar en el estacionamiento vi una camioneta que tardo en estacionarse unos diez minutos, por alguna razón supe quien manejaba, algunos nacen con un don, como Octavio Paz de escribir, como Polo Polo de contar chistes, a Fox de decir pendejadas, y mi se me dio el don de saber si es hombre o mujer el que maneja, y en efecto, la que nos tenia esperando y tapando el paso era la vieja de la camioneta, lo peor de todo es que todavía se molesta por que le dicen que se estaciono en el espacio de dos carros y peor aun esos dos espacios son para personas discapacitadas, al bajarse no vi ninguna discapacidad, pero después entendí que solo esta discapacitada mentalmente ya que una persona razonable no se estacionaria de esa forma, pinche vieja pendeja.
Medorio.